AA.VV
Es necesario construir el futuro. El capitalismo neoliberal lo derribó y lo redujo a una oferta de ocasión que promete más desigualdad, conflicto y caos. Más que el signo de madurez escéptica del que nos hablan los cínicos de todo el espectro político, este colapso en la idea del futuro es sintomático de la condición histórica regresiva de nuestra época.