Este libro es una contribución a la comprensión de la ciudad, en particular de la segregación residencial y sus implicaciones en la política pública. Busca entender a la ciudad a partir de un pensamiento abstracto y lógico, en específico, apoyándose en los modelos matemáticos que lamentablemente han sido secundarios en los últimos años en los estudios urbanos. Muestra, además, una de las nuevas directrices del urbanismo y del avance de las nuevas tecnologías de la información a través de los sistemas de información geográfica (SIG). El estudio apunta a cómo los SIG permiten al análisis de la segregación, modelación y simulación. Esto a contra corriente de los estudios que se centran en algunos grupos de población y en ciertas zonas específicas de la ciudad, enfoque que favoreció el desarrollo de una visión fragmentada de ésta.
Una aportación, y quizás la más importante, es generar conocimiento que guíe la política pública. Los patrones contemporáneos de la segregación residencial exigen que el gobierno comprenda cómo la ciudad puede contribuir a disminuir la desigualdad social.
El libro evidencia el valor que cobra el espacio para la reducción de la desigualdad, en tanto exhibe la importancia de la localización de los grupos sociales y sus relaciones de vecindad, bajo el entendido de que las características físicas y sociales que éstos despliegan pueden llegar a generar desventajas para los individuos o familias que lo habitan. Ahora mas que nunca es necesario reivindicar el derecho a la ciudad, no simplemente al derecho de estar ahí, sino como lo plantea David Harvey, al derecho de transformar la ciudad en algo radicalmente distinto.