Somos lo que comemos, comemos lo que somos, comemos como vivimos son frases, afirmaciones, que reiteradamente usamos para referirnos a la importancia de la alimentación como reflejo identitario y de los modos de vida, como reflejo de una sociedad y su cultura, en definitiva. Sin embargo, las transformaciones alimentarias propiciadas por los avances científicos y por sus aplicaciones tecnológicas de las últimas décadas han propiciado una hipermodernidad alimentaria que parece haber modificado la tradicional relación que los humanos habían mantenido con su alimentación. Hoy, se habla más de nutrientes que de alimentos y de comidas; de modo que si Lévi-Strauss afirmó que los alimentos eran buenos para pensar, cabría preguntarse hoy si los nutrientes también lo son. Y, de ahí, la pregunta que titula este libro: ¿Seguiremos siendo lo que comemos?