La belleza es solo una de muchas caras. La belleza, la certeza, el egoísmo, la locura, el fondo, la apariencia, la hipocresía, la maldad, la justicia, el devenir, el llanto, la
ironía, la infancia, las canciones, los espejos, el alba, cierta vez, un color. Todo eso coincide con el bienestar. Incluso en lo que alguna vez fue horroroso. Acaso ésa es la belleza? ¿Hay identidad entre belleza, vida y poesía? El bienestar y su continuidad, y entonces el trabajo, y el descanso, la libertad interior, dentro del mundo, en nuestro universo, hasta donde lo imaginamos y lo construimos más lo que nos sorprende.