Los poemas de la norteamericana Ellen Bass aterrizan por primera vez en nuestra lengua, en este territorio poético contemporáneo que los recibe como a un pariente que vuelve de un largo viaje. La sensación, al leerlos, es que hacían falta, se los extrañaba. Entonces este encuentro, que parece un reencuentro, es un acontecimiento de orden familiar. La exquisita combinación entre el tono confesional y una potente imaginación lírica, con el humor como brújula, hace de estos poemas una experiencia emocional y física, que impulsa a querer compartirlos, degustarlos, hacerlos circular.
El amor y el erotismo en sus múltiples formas, domésticas y trascendentales, con su carga de esplendor y dolor, son la materia de la que está hecha esta poesía. La voz de Bass abre, verso a verso, un abanico multicolor de modos de amar. Aun en el núcleo del miedo, aun en el mundo hostil en que vivimos. Porque en poesía, bien lo sabemos, y a veces también en la vida, estamos hambrientos, queremos probarlo todo, vamos a pedir todos los platos del menú. Florencia Fragasso