El movimiento Beat congrega a un grupo de jóvenes escritores, muchos de ellos descendientes de migrantes (Keoruac aprendió inglés a los seis años; el primer idioma de Ferlinghetti es el francés) y mayormente de origen proletario, que rehúsan la confinación en las carreras académicas o las instituciones del gobierno. En cambio, optan por una vida anti-normativa e incierta respecto del futuro (socio-económico), esto es, prefieren sobrevivir mediante empleos que no exigen una vida sedentaria y atada al consumismo y a la estructura tradicional de la familia, con el fin de escribir, viajar, descubrir experiencias con los amigos y articular nuevas visiones de la poesía y de la cultura.
En este sentido, el movimiento beat implica no sólo una estética o propuesta de escritura, un modo diferente de usar el lenguaje y articular una visión corrosiva o alucinante de la realidad, sino además un estilo de vivir, desafiando críticamente a la cvida normativa estadounidense. Por ello, los beat no influyen únicamente a las siguientes generaciones de escritores y poetas, sino más ampliamente, y en especial en Estados Unidos de Norteamérica, a varios movimientos sociales y a la llamada contracultura.