El turismo es una de las mayores industrias del mundo. Su impronta en las sociedades receptoras y en sus territorios es demoledora. En los viajes a países exóticos del sur, el turista busca imágenes estereotipadas que le son facilitadas por la industria en poblados y entornos que no son sino enormes decorados, vigilados y a resguardo de los problemas sociales y ambientales del lugar.