Vernon sigue en la calle y ha perdido todo contacto con el mundo real. El parque Buttes-Chaumont, al nordeste de París, es ahora su nuevo hogar, y allí convive con otros vagabundos, sin ser consciente de que se ha convertido en una especie de celebridad en internet y de que sus antiguos amigos, un heterogéneo grupo de individuos socialmente muy dispares, lo buscan desesperadamente. Todos quieren conocer las grabaciones que la estrella del rock Alex Bleach dejó en sus manos antes de morir.