Siempre tendremos el mandato de despertar a Benjamin y, poco a poco y gradualmente, a la larga genealogía de los centinelas mesiánicos. El mandato de salvarlos de la anexión a la cultura de los vencedores y las rehabilitaciones que son, en realidad, ejecuciones póstumas: ¿Marx economista y filósofo contra Marx a secas? ¿Benjamin esteta y crítico contra Benjamin político?