AA.VV
La manera en que vivimos determina la manera en que entendemos el mundo. Cada sociedad construye un imaginario propio. Es en este mundo acotado que se construyen los códigos de la sensibiidad, la sentimentalidad y la mentalidad, y que se organiza y jerarquiza el conocimiento. Para decirlo con Michel Foucault, "el orden de las cosas", en el que cada ser humano se reconoce como ente social. Estos modelos han conformado la construcción de los géneros sexuales en México a lo largo de su historia, pero parece claro que en el caso de la mujer rural ella lo ha padecido de manera más precisa, pues se convierte casi en un pleonasmo del concepto, aparece como la ilustración o la encarnación precisa de esa asociación con la naturaleza. La mujer campesina es todavía más que las mujeres urbanas, una Mujer-tierra.