ECHEVERRIA, BOLIVAR / CASTRO LEÑERO, ALBERTO
Ziranda tuvo un doble nacimiento. El primero, cuando Bolívar Echeverría escribió hacia el año 2000 un conjunto de aforismos inspirado por la Minima Moralia de Theodor W. Adorno, libro del que impartió un curso. El segundo nacimiento fue cuando se publicaron en ocho números de la revista Universidad de México, durante 2003.
Se trataba de un conjunto de aforismos sobre los más diversos temas: la contradicción entre valor de uso y valorización del valor, la modernidad, el capitalismo, el comportamiento barroco, el mestizaje, la cultura política latinoamericana, el exilio. El uso del aforismo no era característico del filósofo ecuatoriano-mexicano. Sin embargo los aforismos sí reflejaban su constante ejercicio de la ironía, tan fina y sutil que a menudo pasaba inadvertida en el resto de su obra. Este reconocido filósofo tenía también una mirada cáustica y antisolemne, él que había encontrado en el disfrute uno de los aspectos centrales del ethos barroco.
Ziranda es el nombre de un juego consistente en resistir el mayor tiempo posible la fuerza centrífuga que se genera cuando todos los participantes, asidos de las cadenas que descienden de la punta de una suerte de mástil, se impulsan corriendo para luego, en virtud de semejante fuerza, volar por los aires. Por tratarse de aforismos, lugares de partida como dice Adorno, no son concluyentes ni definitivos: son una invitación a emprender el vuelo del pensamiento.
Esta edición es un renacimiento de Ziranda, ahora acompañado por imágenes de Alberto Castro Leñero para crear un diálogo entre el filósofo