Donald Trump es visto como el símbolo odioso de una forma de estupidez política que se desvanecería apenas la gente de buena voluntad despierte. Pero esa percepción es falsa. Trump no es un símbolo; es un síntoma. Su ascenso y consolidación en el poder de la principal potencia mundial es sólo una muestra de un fenómeno más amplio: la dilución progresiva de la política en un gigantesco proceso de unificación en el que bandos en apariencia hostiles terminan acordando en la idea, tan difusa como peligrosa, de "capitalismo democrático". En este libro vibrante y profundo, el reconocido filósofo y escritor Alain Badiou sostiene que para enfrentar a Trump es necesario ir en contra del consenso generado en torno al capitalismo liberal que posibilitó su llegada al poder.