En un estilo conversado y personal, en el que prima la apuesta intelectual antes que el desencanto o la nostalgia, Badiou explica en qué consiste esa potencia de construcción y transformación que se pone en juego, en cada escenario concreto, tanto en el pensamiento como en la práctica política. Después de un sustancioso recorrido por figuras célebres, Marx, Lenin, Mao, nuevamente Marx, y textos canónicos, sostiene que el marxismo no es una ciencia, una doctrina ni una filosofía, tampoco una política en el sentido de la teoría política. Como el psicoanálisis, el marxismo es un pensamiento alternativo que, desde dentro de la sociedad capitalista, trabaja para el advenimiento de un mundo material y subjetivo absolutamente nuevo.