Cartas a mí misma es un libro de memoria a través del cual rinde un homenaje a la experiencia femenina del exilio. Como indica Nuria Capdevila-Argüelles en su introducción a este volumen: «La herida del exilio se muestra cuidadosamente en estas páginas de sincera y profunda prosa poética para que el lector, que no ella, la toque. Es preciso respetar esa interpretación poética que la autora hace de la herida que habita y, de hecho, es la niña que ella fue. No está ahondando en el dolor. Está traduciéndolo poéticamente para darle forma. Moldea la niña que fue, deja que esa niña sea escrita, aunque hiera el recuerdo que al escribirla se teje. Porque el trauma histórico y el dolor del exilio no pueden sanarse. Son historia».