Dada la tendencia de los pueblos indios a sublevarse, aunada la circulación de ideas racistas producto del evolucionismo, las élites políticas empezaron a considerar al indio como un ser anclado en el atraso cultural que impedía transitar al país haci la modernidad. Esta idea del indio como incapaz e ignorante se generaliza a través del siglo XIX en el pensamiento liberal, que trataría de establecer mecanismos para "educar" a los indios e incorporarlos a su visión de lo que consideraban "progreso".