En este texto, el autor se dedica a tratar de entender las concepciones y las prácticas del pensar producidas desde la periferia en el marco de un mundo global. Esta re-edición nos pone en la antesala de sus proyectos de libros mayores y que contienen, en forma abreviada, muchas de sus preocupaciones futuras. Pero lo que no debería perderse de vista es el suelo, la base de la que viene: es su obra anterior como semiólogo con un interés en cuestiones epistemológicas, en la forma en que conocemos y producimos las reglas que regulan la producción de sentido, por una parte, y la producción de conocimiento, por otra, lo que hizo posible este desarrollo. Pero si bien el desarrollo en esta dirección de énfasis en el lado indígena del conflicto no era necesaria ni ineluctable, aquí se sostiene que sólo puede ser entendida si se entiende de dónde vienen esas ideas sobre la colonialidad, los legados coloniales, y la diferencia colonial: vienen de una profunda reflexión sobre la forma en la que hablamos, la manera en la que representamos y, sobre todo, acerca del modo en el que pensamos desde nuestra situación de enunciación en tanto que integrantes de una cultura determinada.