Después de un año sin noticias, una llamada de la Fiscalía anuncia a la narradora que, finalmente, su denuncia por abuso sexual ha sido elevada a juicio. Esa mañana invernal comienza para ella otro duro proceso: encontrar representación legal, entender las
lógicas burocráticas de la justicia, tejer redes de apoyo para afrontar la causa contra su tío, un comisario poderoso, y reunir coraje para reabrir un expediente que conduce al pasado familiar.