¿Qué tienen en común una recicladora, un taxista, un vendedor de San Andresito o un ambulante? La respuesta es que todos realizan actividades que se inscriben en la economía popular. Todos son ?rebuscadores?, trabajadores que le entregan su vida a la sociedad, suministrándole bienes y servicios básicos, pero que a pesar de ello, no son reconocidos ni reciben un mínimo de derechos sociales. ¿Qué se entiende por economía popular?, ésta es la cuestión central que se plantea en el presente libro.