La política social es una acción que emana desde el poder político hacia la sociedad, que la clasifica indicando quiénes deben recibir las prestaciones sociales, bajo qué condición (¿pobre?, ¿trabajador?, ¿ciudadano?), precisando cuál debe ser su comportamiento moral, y lo que tienen derecho a reivindicar.
En la medida en que una sociedad comparta la clasificación que emana del poder político, éste puede ejercer una dominación pacífica sobre ella. Pero también pueden emerger fuerzas subalternas que se opongan al poder político dominante e intentar imponer otras clasificaciones, como parte de la disputa por el dominio del poder simbólico. La lucha por dicho poder es un requisito previo para cualquier proceso social y político que pretenda cambiar el orden de cosas imperante.