Una de las escritoras más conocidas del mundo árabe teje y desgrana un retrato de la sociedad que les ha tocado vivir a las mujeres de Egipto, su país. Para restarle amargura, lo barniza de un fino sentido del humor, de una visión satírica paciente, y lo dota de una ternura de la que solamente una mujer es capaz. Aziza, la protagonista nos va narrando su propia historia y la de varias mujeres reclusas en una cárcel de El Cairo. Inocentes unas, culpables otras, si de mujeres culpables se puede hablar en una sociedad relegada del Tercer Mundo y dominada, más que en cualquier otro lugar, por los hombres.