Tomás espía las clases de danza que dan en la academia recién abierta en el piso de abajo de su casa. Las piruetas y la música parecen llamarlo. El deseo de acercarse a ellas se hace cada día más intenso, pero no toda su familia lo comprende. Esta historia te mostrará que cuando uno aprende a escuchar sus propios deseos, éstos cobran fuerza y pueden volverse realidad.