En contra de su voluntad, Ana debe regresar a Querétaro después de haber sido aceptada en la residencia de escritura de sus sueños en CDMX. El motivo: su tía ha encerrado a su padre en una clínica de rehabilitación cuya dirección desconoce y donde no se permiten visitas. Cuando Ana entra a la casa familiar, se topa con los recuerdos de su madre recientemente fallecida, con un montón de botellas de tanqueray vacías y con sus tres gatitas, que maúllan desesperadas. Ana emprende la búsqueda de su padre junto con Jurgen, un policía federal de caminos jubilado que también es el mejor amigo de su papá, sumergiéndose en un submundo de impunidad y violencia, donde tendrá que aprender -a la mala- que no hay manera de enfrentarse al sistema sin salir gravemente lastimada.
Con una voz ingeniosa y cargada de humor, Manya Loría se adentra con crudeza en el universo de los anexos para alcohólicos y narcodependientes, y hace una acertada crítica a través de las agridulces desventuras de Ana: en México, más nos vale a los civiles aprender a rascarnos con nuestras propias uñas.
Seleccionada como parte del Programa Internacional de Dramaturgia: Royal Court Theatre + Anglo Arts y la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman de la UNAM, y en proceso de adaptación cinematográfica, El Edén, I.A.P. se perfila a incendiar horizontes moralistas y decrépitos.