«¡Son de tal suerte maravillosas las cosas todas del mundo! ¡Hay tanto que decir sobre la menor de ellas!», escribe José Ortega y Gasset en estas páginas. Los tomos de "El Espectador", de los que ahora se publican los números III y IV, son el mejor ejemplo de la vocación de pensador y escritor que expresan estas palabras. La mirada del filósofo se detiene morosa en las realidades más diversas, sea un paisaje, un cuadro, un libro, una orden ministerial sobre la lectura de "El Quijote" en la escuela primaria, un simple marco, y las escruta salvándolas, elevándolas al máximo de su significación, haciéndolas reverberar en mil imágenes e ideas.