MIRANDA HERNÁNDEZ, CINTHIA ISABEL
El motivo de este trabajo emana de la práctica clínica psicoanalítica que llevo a cabo desde la consulta privada. Experiencia que se asocia a la lectura de filosofía en el ámbito académico. Esta incorporación generó nuevos cuestionamientos al interior de mi práctica y desencadenó movimientos importantes en torno a la posición subjetiva de los analizantes en mi espacio. Específicamente, el fenómeno de la repetición de los mismos errores durante el proceso, me llevó a la propuesta que aquí se elabora: la posibilidad de pensar en el eterno retorno de lo mismo, como concepto que permita la transvaloración del problema de la repetición en el análisis. Ello, a partir de la lectura deleuziana de ese concepto de Nietzsche, que permite potencializar a la repetición, para sacarla de la negatividad en la que se halla como consecuencia del pensamiento dogmático. Lo anterior abre la discusión sobre la trascendencia de nuestra práctica, si es que no logramos transvalorarla al mismo tiempo que transmuta el sujeto que pretendemos acompañar al análisis. Por ello, la idea es proponer que es posible llevar a la clínica psicoanalítica la potencia de la escucha de la diferencia, mediante el rescate de la representación inconsciente, infinita y plástica para dar lugar a su movilidad. En definitiva, se trata de una constante y soportable descentralización que permita al sujeto mirarse en su diversidad diferencial y abrirse a otras formas de estar en el mundo, por medio de este empirismo superior propuesto por la filosofía deleuziana, que funda una nueva sensibilidad de cara a la multiplicidad nómade de la diferencia.