Después de dejarlo olvidado durante quince años en el fondo de un cajón, Tamar, la narradora, se reencuentra con un viejo poema que le enviaron. Un poema inoportuno que en su momento no la interpeló ni le significó ese gesto que ella tanto deseaba. ¿Quién puede esperar, en plena separación, que el otro en lugar de un prosaico ?te extraño, volvamos? intente acercarse mediante anagramas y combinaciones de nuestro nombre?