En una ciudad costera, una mujer madura llega a un hotel sórdido y decadente. Ahí recibe una sorpresa desconcertante. Ella pagó previamente por compañía, pero al entrar al cuarto descubre que la persona que la está esperando es sumamente distinta a lo que había imaginado: se trata sólo de un niño.
Este encuentro resulta tan inquietante que se tranforma en la piedra de toque para adentrarse en un mundo que se revela cada vez más ambiguo, donde el deseo de redención y la naturaleza contradictoria del deseo chocan con la crudeza del contexto social y las marcas de una vida violenta.