Valiente, lúcida y sincera, Joumana Haddad aborda en El tercer sexo su obra más ambiciosa: un ensayo en el que apuesta por deconstruir la sociedad actual, asentada en valores y medidas artificiales como el dinero, la raza o el género, para reconstruirla a partir de aquello que es inherente al ser humano y que nos hace auténticos: nuestra humanidad.
«Es sólo nuestra humanidad, es decir, nuestro núcleo' lo que hace que la comparación (e incluso la discriminación, me atrevería a decir) entre nosotros sea aceptable, en lugar de adoptar nuestras cortezas' como base para la evaluación. Con mucho gusto aceptaría vivir en un mundo en donde dijéramos: Esta persona es más humana que esa persona', pero no en uno en donde decimos: Esta persona es más blanca que esa persona'».