Entre 1915 y 1917 un sector de la clase obrera empezó a participar en la política de Carranza; los líderes y grupos más decididos se apoderaron de la escena política y empezaron a difundir una visión laborista y sindicalista. Pronto quedó claro que era imposible la revolución obrera ideada por los anarquistas, y que había fracasado el proyecto de un sindicalismo autónomo; así, las alianzas a la sombra de los caudillos se apoderaron prácticamente del estado. Aborda también el origen y evolución del Partido Comunista.