Historias-sortilegios fatídicas y maravillosas que nos invitan a mirar pueblos olvidados, locomotoras y caballos, comarcas recónditas, casas envejecidas, todo lo cual representa una revelación: imagen que brota de la memoria colectiva y dormida, memoria antigua que la autora revive, unas ocasiones con alegría, otras con pesadumbre, siempre con añoranza.