Tienes entre manos una obra que combina el pensamiento crítico sobre la educación y la narrativa autobiográfica de la autora con el fin de mostrarnos las intersecciones de clase, raza y género en situaciones cotidianas de aprendizaje. Cualquier momento puede ser un instante de aprendizaje, o bien de la cultura de dominación, o bien de la práctica de la libertad. Enseñar comunidad señala con contundencia la necesidad de acabar con el supremacismo blanco y el racismo desde la perspectiva de que 'nadie nace racista, todo el mundo toma una decisión'. Así es como Bell Hooks abre una brecha desde la que podríamos tomar la decisión de acabar con los sistemas de dominación; el imperialismo, el racismo, el sexismo y el elitismo de clase, armando una pedagogía de la esperanza. Esta obra, publicada diez años después de Enseñar a transgredir, nos trae una herramienta imprescindible para pensar nuestras relaciones dentro y fuera de las aulas, en los centros de trabajo con los compañeros, en casa, en los encuentros con amigos, con amantes, etcétera.