Fragmentos de cristal es una autobiografía escrita a manera de diccionario, donde cada una de las palabras evoca un episodio de la vida de la 'I autora, una experiencia o una percepción del mundo. Las palabras son pretextos para contar anécdotas y las anécdotas son, a su vez, pretextos para tratar el tema de la identidad que, como el título de la obra lo sugiere, es siempre fragmentada. Se trata ante todo de un ejercicio introspectivo que pretende dar cuenta de los orígenes de una sensibilidad específica, así como de los secretos, las búsquedas y las heridas que la componen. En estas páginas se puede leer la historia de una joven con propensión al cuestionamiento que busca domeñar la angustia, entenderse y habitarse.