En este libro encontrarás historias visibles palpables en la palabra, de las cuales aprendemos, vivimos y recordamos a través de una memoria colectiva.
Las catorce Historias del pasado que son presente están tejidas de anécdotas que a las autoras contaron sus abuelas, madres, tías, suegra.
Encantan, en un principio, por aparecer reflejarnos a todas, desde siempre, cual laberinto de espejos. Después, deslumbran asimismo por su honestidad, su sentido del humor, sus personajes magníficos como Fanola, Mimita, Terenza, Timoteo Invierno, Dunaí, Herculano
Una por una las tramas te atrapan: la abuela jorobada de amor en favor de un esposo menos alto; las audacias de la primera mujer en México que obtuvo licencia para conducir; el mono araña que murió de tristeza; la creatividad inagotable para sacar adelante a los hijos; el cocodrilo que acabó en Catemaco por crecer demasiado.
Y sí, también los pliegues del destino aquí narrados van golpeando hasta querer pausar para llorar un poco. Sin embargo, la curiosidad te impide abandonar el libro aunque quisieras este viaje no acabara nunca. Como dice Lucrecia Infante, estos relatos expanden la etimología latina de la palabra recordar, re-cordis, volver a pasar por el corazón.