¿Qué pasa cuando una persona (se) rompe? ¿Dónde empieza a rearmarse algo y dónde se transmuta en llanto? Este libro de Mana Muscarsel Isla pone énfasis en la fuerza de los afectos, no solo los amorosos, también explora los de las amigas quienes acompañan y con las que se construye un vínculo con un montón de trabajo hacia atrás y hacia adelante. La otra que resulta desconocida, a la que se le ven más los detalles cuando se va, no es solo la que hiere sino la que no responde, la que no viene. Y el reclamo se atora y se transforma en un reclamo especular: te lo digo a ti porque me lo digo yo. Las relaciones aquí aparecen mediadas por los dispositivos y, en ese sentido, parecen frías; sin embargo, estos provocan también el gesto contrario, se vuelven la continuación de los cuerpos vivos que los emplean. Con poemas casi siempre de verso breve, la autora nos asoma a un ritmo contemporáneo que se resiste a la prisa pero también asume su vértigo constante. Aquí hay tejido lesbiano que se inflama, que punza, algunos cuerpos se friccionan / hasta que se rompen. A la boca le salen llagas y, sobre todo, busca diferencia en la repetición, en una forma de nombrar lo que hasta antes era puro sentimiento.