La aparición del EZLN reveló que en Chiapas la tenencia de la tierra estaba ajustada a los usos del porfiriato: latifundismo, bajos salarios por jornal y corporativización de los campesinos. El problema agrario chiapaneco supone retos políticos para todo el país, incluso más allá de las fronteras, si se toma en cuenta que cada vez más chiapanecos deciden emigrar a los Estados Unidos. Además de establecer un diagnóstico con privilegiada información política, el autor propone un proyecto de desarrollo integral para la entidad, alejado de coyunturas gubernamentales.