Una nena desobediente que espera conocer a su príncipe azul de izquierda; el miedo que siente una mujer que puede perderlo todo, aún sus tesoros más preciados; un amor roto y la secreta planificación de la venganza; la ropa de los otros y una forma rara de entrar en sus vidas; incompatibilidades que se resuelven comprando vestidos; el minucioso surgimiento de una idea y la escalofriante descripción de un crimen imperfecto; la espera de un resultado que lo cambia todo y la expectativa infantil de que la fiesta, la libertad y lo excepcional resuelvan los problemas y presenten un final feliz.
En los cuentos de LAS CHICAS MALAS NO TRANSPIRAN las voces de las protagonistas se escuchan de forma nítida, mujeres fuera de los estereotipos, con pensamientos ácidos, sórdidos y contradictorios, voces íntimas y libres, monólogos privados y confesiones públicas en un inquietante péndulo que va del despotismo a la fragilidad, del amor al desprecio, del control al caos y de la palabra al silencio.
Laura Cukierman indaga en la cárcel de los vínculos y plantea las situaciones de conflictos como opciones liberadoras. Los ahogos humanos, detonados por el fin del amor, la irrupción de una enfermedad o un suceso inesperado, ponen en movimiento las peculiares reacciones de sus antiheroínas. Esas obstinaciones, sumadas a la emotividad que traspasa las elucubraciones defensivas, constituyen la fortaleza literaria detrás de la cual la autora despliega el original universo interior de sus personajes.