Los espacios que nos ocupan es un mosaico de cuentos que se desarrollan en la ciudad de México y en los que se abordan los temas de la muerte y el dolor, o el vacío, la soledad y el abandono; la vejez, la homosexualidad, el desempleo o la indigencia; el miedo y los temores. En siete historias, en siete espacios diversos, Carolina Luna entreteje añoranzas, recuerdos, ensimismamientos, rencores, egoísmo, rabia, hartazgo y vaciedad.El escenario puede ser cualquiera: un departamento clasemediero de muertos vivientes en Polanco o un indiferente cuarto de hospital; alguna tienda de licores, una casa de huéspedes en Santa María o un parque en Insurgentes; un "estudio" o algún condominio de los que abundan en la ciudad, pero los personajes están inmersos en la frialdad del asfalto, en la indiferencia, en la prisa, en la violencia: los envuelve la densa bruma del anonimato. La mirada de cada uno de ellos revela vacuidad y llevan a cuestas su tremenda culpa de haber nacido.En Los espacios que nos ocupan se advierte cómo el tiempo va destruyendo todo y cómo, día a día, hay que enfrentar aquello que está afuera, la realidad que nos habita.