Vic Van Allen es un hombre encantador. Moderadamente rico, culto, liberal, buen padre y esposo comprensivo. Sus vecinos le quieren y le respetan. A quien no quieren tanto y respetan muy poco es a Melinda, la esposa de Vic. Es guapa, divertida y casi tan encantadora como su marido, pero tiene un amante tras otro, y no se muestra nada discreta al respecto. Claro está que Vic lo sabe, la comprende y hasta parece divertirse con la situación, pero sus amigos opinan que debería ser menos comprensivo y más autoritario.
Un buen día Vic le gasta una broma a Joel, el actual amante de Melinda. Le cuenta que ha cometido un crimen perfecto: ha matado a un hombre porque se entendía con su esposa, y nadie le descubrirá jamás. Joel le cree, se asusta y desaparece de la escena. Pero la inquieta Melinda, tras un fugaz período como esposa modelo, vuelve a las andadas con un nuevo amigo, Charley. Algo ha cambiado en la actitud de Vic, sin embargo, y Charley acaba ahogado en una piscina. Melinda clama que ha sido un asesinato y que el asesino es su marido. Pero ¿quién creería a una mujer tan alocada, si todos saben que lo de Joel no fue más que una broma, y Vic es un padre tan bueno, un vecino tan encantador, un marido tan comprensivo?