Nació en Rabat en 1920 en una familia modesta.Desde una edad muy temprana, se implica en el combate nacionalista. Desempeña un papel importante en el proceso que conducirá a la independencia de Marruecos el 2 de marzo de 1956. Después de la independencia, es nombrado presidente de la Asamblea Nacional Consultiva, que trata de convertir en el fundamento de las instituciones democráticas del país.
En 1959, Ben Barka contribuye a la creación de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP), cuya reivindicación fundamental es la necesidad de la creación de una asamblea constituyente para dotar a Marruecos de una constitución democrática. A nivel internacional, dirige un combate incansable para fortalecer la solidaridad de los pueblos y unir las fuerzas revolucionarias del Tercer Mundo.
La víspera de su desaparición, preside el comité de preparación de la Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, de Asia y de América Latina, la Tricontinental, que se celebrará en La Habana en enero de 1966.
El 29 de octubre de 1965 es secuestrado en París. Desde entonces, la razón de Estado ha obstaculizado la acción de la justicia para establecer la verdad sobre su suerte que, todavía hoy, sigue siendo un misterio.