Este libro busca distanciarse de todas las interpretaciones que hacen de Foucault un pensador frívolo. Nuestra estrategia consiste en colocarlo al interior del criticismo de la modernidad, que iniciado por Kant, desembocaría en Hegel y luego en Marx. Sostendremos la tesis de que tanto la arqueología, como la genealogía y la ética, son intentos que parten de una experiencia personal por escribir una historia crítica que escape a los axiomas filosóficos que inconscientemente animan la historia tradicional. A este intento radical lo hemos llamado la fuerza de la crítica. Foucault está lejos de poder ser reducido a un pensador nihilista. Él es, por el contrario, el proyecto más potente en nuestros días, para pensar juntos e indisociables, lo histórico y lo sustancial.