Desde Diario en carmesí (2012) hasta Cuando un auto entre en la disco y te roce la nuca (2021), este libro es un mapa del tesoro a través de la poesía de Flavia Calise. Libro a libro irrumpe el estallido que la voz articula con el impacto de un proyectil. Si todo es caos y atomización, está como contrapartida el quiero que así hablemos, un lenguaje construido a partir de un nombre. En esta montaña rusa de la emoción inasible, hay taxistas bomberos, vasos para compartir y comulgar en fiestas, más de un deseo. Hay mundo y ciudades conectadas por cables y ganas. La velocidad de los días, la velocidad del fuego: una subjetividad en movimiento feroz. entre lo que es posible y lo que no: ansias que empujan cada poema hacia adelante: haciendo del vacío/ un ritmo que no para. Escribir es respirar, afirma Flavia. Los cuerpos caen, se levantan y ni toda la sangre del coliseo podría detener su avance. Poética desmedida, una desmesura filosa puesta en palabras para cabalgar el extrañamiento del afuera. Ante todo eso que nos excede y desborda, Flavia escribe indómita. El tiempo mojando lo que ya tocó nos trae el periplo de su viaje, como una bitácora intergaláctica, estos diarios para atestiguar algo de todo lo que se escapa y nos hace. Este libro como una sonda espacial llega a nosotres para que, junto a Flavia, sigamos bailando rabioses las canciones de los días.