Luego de ser jubilado por su comportamiento inestable, el señor Gordon experimenta el desdoblamiento de su espíritu en un edén artificial, californiano. A la sombra de un árbol de mil hojas, casi al borde de una alberca, Gordon transcribe sus pensamientos, recuerdos y preguntas mientras intenta sortear el acoso de su esposa o su mejor amigo, y dialoga con una voz interior decidida a acabar con su cordura. Muerte en la rúa Augusta es el diario de un personaje que se canibaliza a sí mismo. En este poema narrativo Tedi López Mills ahonda magistralmente en la máquina de la conciencia para exhibir sin recato dónde reside ese fino hilo que nos mantiene atados al mundo.