La vida comunitaria del distrito de Top Mountain, no ha variado sustancialmente, a pesar de la recién estrenada independencia de Jamaica. La propiedad de la tierra está en manos de los caciques locales que se niegan a venderla a sus habitantes, y así perpetúan las relaciones de servilismo, fomentan la emigración a las grandes ciudades, disponen de las mujeres a su antojo... En este ambiente rural y de fuertes rasgos comunitarios sobresalen tres mujeres que simbolizan la oposición al régimen local, representado por los propietarios y la religión cristiana. La independencia tiene nombre de mujer, y en torno a ella se recupera el pasado y se teje el futuro.