El nombre de Averroes circuló, históricamente, como una palabra maldita, como una parte impía de Occidente: un peligro del cual se debe abjurar. Sin embargo, una de las razones por las que el averroísmo fue imposible de conjurar es porque la sombra de éste representa un modo de abrir la filosofía académica a lo impensado, a lo incalculable, a lo ingobernable. El presente libro es un conjunto de textos que conduce el pensamiento a la generosidad de lo indomesticado por la filosofía institucional. Centrado en la obra del filósofo italiano Emanuele Coccia, el libro da cuenta del gesto averroísta parasitado en el retorno de la ontología como máquinas de producción de lo real. Emanuele Coccia, uno de los pensadores más interesantes de la escena filosófica contemporánea, genera las condiciones para pensar lo que desde esta materia, en apariencia, no está permitido: la vida sensible, la moda, la publicidad, las plantas y la imaginación, entre otros temas de profunda importancia para el presente, y tópicos a todas luces heréticos para la tradición filosófica. Con este esquema herético, las intervenciones del libro -un conjunto de ensayos averroístas sobre un averroísta- ofrecen la primera recepción crítica de la obra de Coccia, la cual sigue abriéndose a las partes inhóspitas e impensadas de la reflexión filosófica que, sin riesgo a exagerar, marcará uno de los caminos de las próximas generaciones de filósofos y filósofas preocupados por el devenir sensible del mundo.