Parques revolucionarios cuenta la sorprendente historia de cómo el gobierno de Lázaro Cárdenas puso a México a la vanguardia del mundo en conservación de los recursos naturales.
Revisando la construcción, en la década de 1930, de los parques nacionales Izta-Popo, Lagunas de Zempoala, Tepozteco y La Malinche, así como el entorno científico del momento, Emily Wakild nos ofrece un documento fundamental para entender los retos de la conservación de la naturaleza y la importancia de la innovación en políticas públicas. Sobre todo, pone en claro que las luchas en defensa del planeta y por la justicia social no son nuevas y no solo no son incompatibles: no pueden triunfar la una sin la otra.