El otro diferente pocas veces tiene voz propia en el espacio público. Su identidad es pensada generalmente a partir de características esenciales que terminan por construirlo como otro imaginado exclusivamente por el discurso hegemónico. En el caso de los indígenas, la representación arbitraria que se encuentra en la fotografía artística y turística, los medios de comunicación, la publicidad y la divulgación científica, es emblemática. Frente a la ausencia del otro desde sus propias historias y en busca de restablecer el diálogo en la investigación, la autora parte de lo que el otro desea mostrar de sí mismo en sus propias fotografías y desde sus narraciones. Ante la casa discusión sobre estos temas en la práctica investigativa y la generación de políticas púbicas, surge la presente publicación que recoge las fotografías tomadas por los jóvenes wixáritari de ellos mismos en su primer viaje a una ciudad; son una forma de decir su ""propio nombre"", de relatarse en imágenes como jóvenes modernos e indígenas a la vez. Sus fotos también muestran la forma en que ellos nos miran a los urbanos y mestizos. Ambas realidades son mutuamente comprensibles gracias a los esfuerzos de investigaciones como ésta.