El amor, según postula Dolores Dorantes en este libro, también es una fábrica. A través de un monólogo trágico y existencial, la autora invoca una voz poética que produce y erige consistencia con los sueños y la emoción vital, que llama a lo sacrificial. Este libro construye también versos liberados, innovadores, versos que hablan y se dirigen a un alguien omnipresente: el dios, el demonio, el amador. Con una voz arriesgada y novedosa, fronteriza, Querida fábrica será una revelación para el lector que se preocupe por indagar en las entrañas de este libro.