Si la ciencia es una ?aventura? según la expresión del filósofo Whitehead, estamos también ante un desastre científico, porque los científicos necesitan de un medio que rumie (que diga si?, pero) o resista u objete. Cuando el sentido común se vuelve enemigo, el mundo se empobrece, la imaginación desaparece. Allí podría estar el rol de la filosofía: hacer la soldadura entre la imaginación y el sentido común, reactivándolo, y civilizar una ciencia que confunde sus logros con la consumación del destino humano.