A lo largo de más de 120 años de historia del cine, el arreglo básico de las salas no ha cambiado mucho: un espacio cerrado y aislado, un proyector para exhibir la película, una pantalla para reflejar las imágenes y asientos para el público espectador. Esta sencilla combinación de elementos que conforman una sala de cine da lugar a una de las mejores experiencias sensoriales e intelectuales que podamos tener: ver y oír una película. Lo demás es accesorio, y los cambios aparentemente espectaculares que ofrecen las salas de cine de hoy no son sino variaciones sobre el esquema primordial. ¿Pero sabemos cómo surgieron, cómo utilizarlas o qué hacer y qué no en ellas? En Salas de cine se exponen su historia y generalidades, así como los usos, costumbres y cambios que se han realizado en estos espacios.