Este es un libro de poemas implacables y de urgente lectura. Nos acerca a percibir el mundo desde la visión de los vencidos, quienes con las ruinas de la depredación escribimos nuestras historias encima de los autorizados pliegos de la Historia. En este libro asistimos a una relectura de la Ilíada en la que sus voces subvertidas nos hablan con palabras que son piedras y que son respuesta arrojadiza ante el ultraje permanente de la economía y la política, del machismo y el clasismo, y de todas las formas de colonización de nuestro cuerpo y nuestra mente en el mundo contemporáneo. Apenas piedras contra armas nucleares, apenas poemas, pero escritos sobre la página de la narrativa hegemónica, emborronando así su doble atrocidad, la del hecho injusto y la de la imposición de su verdad. También guardamos piedras aquí de Luiza Romão despierta todo lo que en nosotros es Troya, todo lo que en nosotros es la digna devastación desde la que erguimos nuestra resistencia. Vencidos, entonces, también guardamos piedras y entendemos, quizá, lo que significan las troyas.