Teodora, actriz, emperatriz, y finalmente santa de la iglesia ortodoxa, es conocida por su inteligencia innata, su coraje, su determinación, y su eterna e inquebrantable lealtad hacia su esposo, el emperador Justiniano, a quien brindó su apoyo incondicional incluso en los momentos más inciertos y cruciales de su reinado, después de una profunda transformación física y espiritual que la condujeron al trono como consorte imperial.
Este libro tiene como objetivo analizar su biografía terrenal, discutida e incierta, puesto que las invectivas cobardes y denigrantes dedicadas por el historiador Procopio, tuvieron un efecto devastador en el recuerdo de la augusta consorte después de su muerte, aunque fuera rehabilitada con posterioridad.
Como propósito principal de la exégesis, este estudio de investigación examina la supuesta vis jurídica de Teodora, para poder descubrir su influencia real en las transformaciones jurídicas de la sociedad bizantina, así como la pretendida feminización del ius justinianeo. La historia de Teodora merece el análisis de su marcada personalidad, sus hechos y actos jurídicos, así como la excesivamente publicitada influencia ejercida en el emperador y su traducción explícita e implícita en la legislación justinianea.